Justo cuando estaba a punto de cerrar una venta, Marvin Martínez, un corredor inmobiliario de Colorado, se vi lidiando con una crisis. Una crisis de belleza.
Su clienta, de veintitantos años, sabía que el agente subiría una foto en la página de Facebook «Colorado First Time Home Buyer» (Compradores Primerizos en Colorado), que ahora tiene 85 mil seguidores.
El problema: ella necesitaba pestañas postizas. Y no sólo cualquier tipo de pestañas postizas, sino un par específico que tenía en casa.
Martínez le ofreció ir a una farmacia Walgreens, pero ella lo rechazó. La joven fue a casa, se cambió de ropa, se puso sus propias pestañas postizas y alrededor de una hora después apareció para la sesión fotográfica, poco después de firmar los papeles.
«Simplemente esperamos, eso es todo», comentó Martínez, de 54 años. Qué más podíamos hacer?».
Al tiempo que cada vez más millennials compran casa, están surgiendo nuevos hábitos en un proceso que había resistido la prueba del tiempo. Ya quedó atrás la época en que se abría una botella de champagne una vez que se firmaban los contratos de compra e hipoteca.
Hoy más compradores primerizos se apresuran para compartir por todas las redes sociales su flamante estatus como dueños de una casa.
Eso ha llevado a algunos a organizar elaboradas sesiones fotográficas dentro o afuera de su primer hogar. Estas instantáneas a menudo incluyen utilería como anuncios de «Primera Casa» o poses con las manos formando un corazón alrededor de las llaves. Otros son captados bailando en sus recámaras o cargando a una persona de camachito a través de la puerta principal.
Los agentes de bienes rafees están tomando nota, y siguiendo el juego.
Las personas menores de 36 años, o la generación millennial, se contaron entre el grupo más numeroso de compradores de casa, con 34%, de julio del 2016, de acuerdo con un reporte de la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios.
Y unas dos terceras partes de esos compradores también eran novatos, de acuerdo con el reporte de marzo, los datos generacionales más recientes disponibles.
Joey Cabibbo y su ahora esposa, Morgan, estaban tan emocionados por su nuevo hogar que subieron una foto en Instagram en la que aparecen sentados en el jardín delantero de la casa con el rótulo de VENDIDO, «antes de que siquiera nos entregaran las llaves», recordó ella.
Unos días después -tras recibir unos 100 likes y más de una docena de comentarios- realizaron una sesión fotográfica con su amiga fotógrafa Dawn Richardson en el hogar recién construido de la pareja, en Boeme, Texas.
En octubre, llegó el turno de Richardson de estar frente a la cámara. Cuando ella y su esposo compraron su primera casa, le pidió a uno de los fotógrafos con los que trabaja que documentara el evento.
A pesar del clima de 35 grados centígrados en Texas, Richardson lució un suéter gris y jeans entubados azul oscuro. No importa el calor. «Quería esa sensación acogedora», explicó.
Aunque comparten intencionalmente la noticia de su adquisición, algunos compradores se sorprenden por la atención que reciben.
La compradora Nicole Salas, de 28 años, su esposo Jay, de 27, y el hijo menor de ellos posó con una caja de herramientas personalizada en la compañía aseguradora donde se cerró su trato.
Luego de que agente inmobiliario subió la foto en julio, 550 personas le dieron like. «Noté que mucha gente había escrito comentarios, y pensé ¿acaso nos conocen estas personas?, dijo Salas.
Blair Pomeroy y su esposo, Matt, realizaron una sesión fotográfica en el 2015, mostrando su nuevo hogar en Florence, Kentucky.
Una de sus instantáneas favoritas surgió de una idea que vio en Pinterest. Antes de que la pareja posara en su recámara semi-amueblada, probó una muestra de pintura al dibujar el contorno de
una casa. Pomeroy agregó «hogar, dulce hogar» sobre el dibujo y tres corazones emanando de una chimenea falsa.
No toda la atención es positiva. Algunas de las fotografías subidas por Home Smart Realty Group, en Greenwood Village, Colorado, han sido tachadas como «noticias falsas» por otros usuarios de Facebook. Su queja: no pueden creer que tantos millennials estén comprando su primer hogar.
«Es un engaño», aseguró un cibernauta, a finales de octubre. Otro escribió en el post de un comprador primerizo: «no entiendo cómo un comprador novato podría tener un hogar así. Esto es algo por lo que realmente tendrías que trabajar. Al menos que seas un ‘hijo de papi'».
Clientes anteriores han comentado que, sí, realmente compraron su primer hogar y a veces suben fotos adicionales como prueba.
Aunque las compras puedan ser reales, lo que la gente sube a veces es una realidad alterada. Hace unos tres años, la fotógrafa Jennie Simison realizó una sesión fotográfica de una primera casa en San Antonio.
Los compradores querían captar el look sin arreglar de su nuevo hogar, así que sólo colocaron sillas para acampar en la casa. Pero el frente de la residencia, que aún no tenía jardín, estaba demasiado inconcluso.
Así que, Simison alteró la imagen con Photoshop para colocar pasto en el área donde debería haber estado su jardín, y también en el del vecino.
En Colorado Springs, Colorado, el esposo de María Hernández, Domingo, no pudo hacer el recorrido final del hogar que estaban comprando. No importa. Hernández llamó a su esposo vía FaceTime mientras daba un tour de la casa. Más tarde ese día, Hernández posó con una caja de herramientas frente a su hogar y la imagen de su marido en el teléfono junto a ella. La fotografía recibió 273 likes.
Independientemente de cómo reaccione la gente a las fotografías, los agentes de bienes raíces han descubierto que son buenas para el negocio. Corey Maurice Gilmore, un corredor asociado
en Capstone Realty, en Huntsville, Alabama, declaró que los medios sociales juegan un «papel enorme» entre los compradores primerizos con los que trabaja.
»Es algo así como un efecto dominó: veo a mucha gente, muchos círculos de amigos, que compra casas más o menos en el mismo periodo de tiempo … porque están viendo que sus amigos compran casa», señaló.
También aprendió algunos nuevos trucos del oficio. Hace más de un año, Gilmore fotografió a una pareja que compró casa en Madison, Alabama. La esposa lo texteó rápidamente: «Odio estas fotos», escribió, rogándole que no las subiera a Facebook. Gilmore afirmó que ahora toma al menos 10 fotos de compradores primerizos, asegurándose de que tengan muchas de dónde escoger.
Fuente: Wall Street Journal/Reforma