Evitando la Crisis: ¿Qué Sucede si No Pagas tu Hipoteca y Cómo Superarlo?

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Cuando dejas de pagar tu hipoteca, se desencadenan una serie de consecuencias que pueden resultar bastante perjudiciales. Sin embargo, el desenlace de embargo o recuperación del bien por parte de la entidad financiera no es siempre inevitable. Existen diversas alternativas para evitar llegar a este extremo, como la reestructuración de la deuda o la venta del bien hipotecado, también conocido como subrogación.

Ahora, desglosemos algunas de las implicaciones que puede tener el impago de una hipoteca:

Acumulación de intereses de demora: Cuando te retrasas en los pagos de la hipoteca, la entidad financiera puede imponer intereses de demora. Estos son una especie de sanción por el retraso y suelen ser superiores a los intereses regulares. Los intereses de demora pueden hacer que tu deuda aumente en más de un 5 % de lo originalmente acordado.

Deterioro del historial crediticio: El impago también puede afectar tu historial crediticio de manera negativa. Esto puede dificultar la obtención de otros préstamos en el futuro, ya sean créditos automotrices, préstamos personales, o incluso un segundo crédito hipotecario.

Embargo de la propiedad: Si el impago persiste durante un largo periodo de tiempo, la entidad financiera puede iniciar un proceso de ejecución hipotecaria. Esto significa que pueden solicitar a un juez que ordene el embargo de la propiedad. Tras el embargo, se procede a la subasta del inmueble para recuperar el monto prestado. En este caso, perderías la propiedad y aún estarías obligado a pagar la deuda restante.

Demanda judicial: Esta es la última etapa y se llega a ella cuando el incumplimiento del contrato hipotecario es grave. En este punto, la entidad financiera puede presentar una demanda judicial en tu contra para obligarte a pagar la deuda pendiente. Esto sin duda generará costos legales adicionales y complicaciones financieras.

Es importante saber que, desde el primer mes de impago, la entidad financiera se pondrá en contacto para indagar las razones del incumplimiento y establecer un plazo para abonar la cuota con los respectivos intereses de demora. Tras más de tres meses desde el último pago, se considera que estás en mora legal, y la entidad financiera puede enviar requerimientos formales de pago. Después de seis meses de mora, la entidad financiera puede emprender acciones legales para recuperar la garantía del préstamo.

Ante una situación de impago, existen varias opciones que puedes considerar:

Renegociación de la hipoteca: Si no puedes hacer frente a los pagos, puedes solicitar una renegociación de la hipoteca a la entidad financiera. Esto podría implicar un cambio en la tasa de interés, en el plazo de pago, una reducción en los pagos mensuales, o incluso un período de gracia temporal. Aunque esto aumentará la deuda, puede darte un respiro.

Modificación del préstamo: Otra opción es una modificación del préstamo. Esto puede implicar una reducción en la tasa de interés, una extensión del plazo de pago, o incluso una reducción en el capital adeudado si cumples ciertas

condiciones.

Refinanciamiento: Si tienes suficiente equidad en tu propiedad, puedes considerar refinanciar la hipoteca con un prestamista diferente. Esto podría permitirte obtener una tasa de interés más baja y reducir los pagos mensuales.

Programas de ayuda: Existen programas de ayuda disponibles para quienes tienen dificultades para pagar su hipoteca. Por ejemplo, puedes investigar si eres elegible para el Programa de Modificación de Préstamos de la Administración Federal de Vivienda (FHA) o el Programa de Ayuda para la Modificación de Préstamos de la Ley de Estabilización Económica de Emergencia (EESA). Si el financiamiento se ha realizado a través de Infonavit, puedes acceder a una prórroga parcial o total a través de un Fondo de Protección de Pagos (FPP) o realizar una mediación en caso de pérdida involuntaria del empleo.

Venta de la propiedad: Una opción más drástica es vender la propiedad y utilizar los ingresos para pagar la hipoteca. Ten en cuenta que, si el valor de la propiedad ha disminuido desde que la compraste, podrías tener que considerar una venta en corto. En este caso, necesitarías la aprobación de la entidad financiera para vender la propiedad por menos de lo que adeudas de la hipoteca.

En conclusión, es crucial cumplir con las obligaciones financieras relacionadas con un préstamo hipotecario y evitar llegar a situaciones tan comprometedoras como las que hemos discutido en este artículo. Si te enfrentas a la imposibilidad de pagar tu hipoteca, actúa con prontitud y comunícate con tu entidad financiera para buscar una solución antes de que se acumulen demasiados pagos atrasados y puedas perder tu propiedad.

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